Gatea para fortalecer tu espalda (también si eres adulto).
Ver a un adulto gatear ya no será extraño. Conoce mi propuesta lúdica para redescubrir el mundo a gatas y desafiar al cuerpo con un ejercicio físico tan conocido como olvidado en la adultez.
Cuando gatea, el bebé coloca el peso sobre las manos desarrollando estabilidad y fuerza en sus hombros. Parece una cuestión menor, pero no lo es: tener una cintura escapular fuerte le permitirá adoptar una buena postura al ponerse de pie más adelante.
Gatear es más que un momento simpático de la niñez: mejora la propiocepción, la orientación en el espacio, la visión y el tacto, y constituye un gran avance a nivel neurológico para el bebé.
¿Y qué pasa si nos hemos gateado?
Te pierdes los beneficios que hemos mencionado, pero ¡no te preocupes! ¡Nunca es tarde! Gatear es un gran ejercicio también durante la adultez, ya que fortalece la espalda, moviliza todo el cuerpo y libera de cargas a la columna vertebral. Pero gatear tiene más ventajas, revisa la lista completa:
- Fortalece la columna y está especialmente indicado en casos de escoliosis.
- Estabiliza la cintura pélvica y escapular.
- Aumenta la movilidad de muñecas y tobillos.
- Ayuda en los procesos digestivos.
- Alivia el dolor de espalda, también en el embarazo.
- Ayuda, entre otros ejercicios y técnicas, a que el bebé pueda cambiar de posición.
Vuelve a gatear en 3 pasos.
1. Colócate en posición de cuadrupedia (a cuatro patas), sobre una esterilla en el suelo.
2. Empieza a gatear con movimientos relajados y coordinados, trasladando el peso del cuerpo en forma fluida, amortiguando el apoyo de manos y rodillas.
3. Puedes gatear de diferentes maneras, de acuerdo a tus objetivos y posibilidades:
Asimétrico.
Es la forma más fácil y natural de gatear. Se adelanta, en simultáneo, rodilla y mano contraria.
Simétrico.
Demanda más de equilibrio y coordinación. Se avanza con mano y rodilla del mismo lado.
Adelante/atrás, derecha/izquierda.
Desafía la coordinación realizando el movimiento en distintas direcciones, simétrico o asimétrico.
El gateo del oso.
Requiere de más fuerza en la extremidades inferiores. Se realiza sobre las manos y pies con las rodillas elevadas.
En cuadrupedia invertida.
Fortalece glúteos y lumbares, aumenta la movilidad de los hombros. Se realiza con el abdomen hacia arriba.
Dependiendo de tus objetivos y características personales, un profesional te indicará la frecuencia y la cantidad adecuadas para ti.
¡Pruébalo con tu familia y amigos, las risas están aseguradas!
¿Te he convencido? ¡Atrévete a gatear! Puede que al principio sientas que haces el ridículo, pero enseguida comenzarás a disfrutar del desafío que presenta y las ventajas que aporta cada tipo de gateo. ¡Compruébalo y me cuentas!. ¡Espero tu comentario!
