Cómo afecta el sueño a la obesidad

Todos sabemos que “las palmeras de chocolate no ayudan a cuidar nuestro peso, pero…¿Sabías que dormir pocas horas puede hacer que aumente tu nivel de grasa corporal?

Bien es cierto que dormir pocas horas, puede hacer que tengamos fatiga, que estemos con menor atención en nuestro día y que además nos cueste memorizar datos. Pero, además, puede ser el motivo por lo que en muchas personas no se da una reducción del peso.

Hay estudios que ya demuestran la correlación entre falta de sueño y obesidad, aunque no son demasiadas las publicaciones sobre este tema. Los expertos consideran que lo ideal es dormir un mínimo de 7 horas, y se estima que reducir 1 hora de sueño aumenta en 0,35 puntos el índice de masa corporal (IMC), es decir la relación entre el peso y la altura.

También hay estudios y publicaciones que aseguran que dormir menos de 7-8 horas aumenta en un 40% el riesgo de padecer obesidad y de sufrir síndrome metabólico.

¿Qué es el síndrome metabólico?

De forma breve, el síndrome metabólico es el nombre que recibe un grupo de factores relacionados con la diabetes tipo 2, enfermedades de corazón y otros problemas de salud, vinculados muy estrechamente con niveles altos de colesterol, problemas a nivel de tensión arterial, como la hipertensión, exceso de azúcar en sangre o elevados niveles de grasa localizada en la cintura y el abdomen.

¿Cuál es el motivo por el que cuesta más adelgazar si dormimos poco o mal?

Volviendo al tema del sueño. Se debe a dos hormonas que tenemos en el cuerpo, la leptina y la grelina:

La leptina es una hormona que generamos en el tejido adiposo cuya función es la de informar al cerebro inhibiendo el apetito y controlando la saciedad (informa al hipotálamo del cerebro y por norma general los niveles de leptina van en proporción al nivel de grasa de la persona).

La grelina, que también se trata de una hormona, en su caso situada en en el páncreas y en el estómago, tiene la función contraria, es decir, se encarga de estimular el apetito en las personas. Y sus niveles en sangre varían a lo largo del día según lo que hayamos comido.

En líneas generales ambas hormonas se mantienen en un equilibrio, pero cuando dormimos poco este equilibrio se ve alterado ya que según estudios, la leptina disminuye cuando hay privación del sueño y como consecuencia tenemos menor nivel de saciedad por lo tendemos a comer más.

Factores indirectos que nos hacen engordar

Unido a todo esto, hay otra serie de factores que indirectamente influyen en que se tenga la tendencia a engordar, como son:

Mayor tiempo despierto

Si a ese desequilibrio entre las hormonas, le sumas el estar más horas despierto, se traduce en muchas ocasiones en más paseos hacia tu nevera, y a que tengas más horas para comer ese trocito de chocolate al que pocas veces podemos decir que no.

Fatiga

Junto a lo anterior, si le sumamos el cansancio que se tiene al dormir poco, será muy probable que nos apetezca menos movernos, y hacer ejercicio. Si ya de por sí muchas veces ir a hacer actividad física supone un esfuerzo, cuando se está cansado ese esfuerzo aumenta notablemente, haciendo que nos quedemos en casa y que gastemos menos calorías al cabo de nuestro día, en el que encima tendremos mayor apetito y más horas para “zampar”.

Resumen

Varios estudios relacionan la falta de sueño con una predisposición para engordar, y en consecuencia con mayor probabilidad de padecer obesidad en el futuro. Desde MueveSalud te recomendamos que trates de dormir 7-8 horas, ya que te ayudará en reducir el nivel de cansancio, ser más productivo en tu día a día, tener mejor humor y mantener un buen equilibrio hormonal.

Recuerda que es muy importante descansar bien, junto con cuidar tu alimentación y realizar actividad física de forma regular, ya que una dieta saludable y hacer ejercicio te ayudará a conciliar mejor el sueño.

¡Un capítulo menos de tu serie favorita y una hora más de sueño! ¡A dormir!