La osteopatía cada vez es más utilizada en los mayores ya que proporciona un enfoque global de la salud y el tratamiento de las patologías con una variedad de técnicas y maniobras seguras y efectivas. 

Los tres grandes pilares de la osteopatía son: la osteopatía estructural, la osteopatía craneal y la osteopatía visceral. En este artículo nos centraremos en la osteopatía visceral.

¿LAS VÍSCERAS SE MUEVEN?

La base fundamental de la osteopatía es el movimiento. Toda estructura tiene capacidad de moverse, en el caso de las vísceras y los órganos no es diferente. Las vísceras (estómago, hígado, intestinos…) presentan dos tipos de movimientos:

La movilidad de la víscera es su desplazamiento dentro del espacio en el que está. Por ejemplo, cuando el estómago está lleno sabemos que por el peso del alimento este se va a encontrar en una posición algo más baja que cuando está vacío. Sin olvidarnos de su estrecha relación con el diafragma (principal musculo inspiratorio) en la respiración hace que los órganos suban y bajen constantemente.

La motilidad de la víscera sería el cambio de forma del órgano, el movimiento intrínseco de este. Por ejemplo, el estómago cuando se llena se expande, no solo baja su posición sino que además se hincha, lo mismo pasa con la vejiga, o con los intestinos cuando está el bolo alimenticio o hay heces.

La falta de cualquiera de estos movimientos podrá generar alteraciones en las vísceras disminuyendo su funcionamiento.

Las personas de la tercera edad, con el paso de los años, tienen progresivamente menor capacidad para moverse. Se debe hacer especial hincapié en la mejora de la movilidad, “una víscera que se mueve bien funciona mejor”, por tanto “una persona que se mueve bien funciona mejor”.

¿QUÉ ES UNA DISFUNCIÓN VISCERAL? ¿LAS VISCERAS PUEDEN CAUSAR DOLOR?

dolor tripa La osteopatía visceral, una aliada para los mayores

Una disfunción visceral hace referencia a la existencia de restricciones de movilidad o motilidad de la víscera en relación a sus conexiones con el tejido fascial, neural, huesos, vasos como arterias y venas y sistema linfático.

Nuestras vísceras pueden presentar patrones de dolor referido cuando se encuentran en disfunción, cada una de ellas en diferentes partes del cuerpo.

Por ejemplo, un cólico renal puede provocar dolor lumbar o un infarto de miocardio provocar el típico dolor de brazo y hombro. Aunque la víscera en disfunción no sufra de patología podría generarnos otro tipo de problemas (malas digestiones, estreñimiento, síndrome del colón irritable, reflujo gastroesofágico).

Estas disfunciones de movimiento no quieren decir que exista una patología orgánica (un problema de movilidad del hígado no es sinónimo de una hepatitis).

Es interesante resaltar, que las vísceras y sus disfunciones están relacionados a problemas psicosomáticos, por tanto las emociones se conectan con los órganos y estos pueden entrar en disfunción por las emociones.

TRATAMIENTO OSTEOPÁTICO VISCERAL Y OBJETIVOS

Primeramente, el osteópata realizara una historia del paciente, para posteriormente pasar a valorar las vísceras (movimiento, calidad del mismo, amplitud) y una vez diagnosticada la disfunción, finalmente se realizaran una serie de técnicas para restaurar las disfunciones encontradas y así obtener un correcto funcionamiento general.

Los objetivos irán enfocados a mejorar la movilidad y motilidad de las vísceras, eliminar las tensiones y zonas de restricción en las estructuras en las que repercute, eliminar reflejos nociceptivos (dolor) y mejorar del flujo sanguíneo, entre otros.

Cabe destacar, la importancia del movimiento y el ejercicio físico como una de las mejores herramientas terapéuticas (reeducación del diafragma).

INDICACIONES

Dolores no específicos (aquellos en los que no se encuentra una causa clara que explique el dolor) de casi cualquier estructura; por el mecanismo de dolor referido. Por ejemplo, un dolor lumbar que aumenta después de haber comido y que aunque se hayan hecho pruebas médicas no se pone en evidencia ningún problema orgánico.

Problemas gastrointestinales como el estreñimiento, uroginecológicos como los dolores mentruales y pulmonares como el asma.

PEQUEÑA REFLEXION FINAL

Algunos autores, refieren que cerca del 80% de las lesiones no traumáticas son de origen visceral. Es decir, si te empezó a doler algo y no recuerdas haber recibido un golpe, podría ser de origen visceral. Ponte en las manos de un osteópata que pueda realizar una valoración.

Tenemos una herramienta muy potente, que se puede utilizar en mayores, ya que es segura y se realiza con técnicas suaves, aprovechémosla.

Escrito por: Adrián Piña Serrano

Osteópata y experto en Kinesiología Integrativa.

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